miércoles, 5 de septiembre de 2007

noche exquisita

La noche es mi gran aliada, es mi eterna amiga; ella es mi única consejera y mi compañía cuando recuerdo a esa maravillosa pero dolorosa mujer que hizo parte de mi vida durante tanto tiempo.
Esa mujer hizo estragos en mi, el guiñapo que soy ahora se lo debo a ella, a toda ella: a su olor a canela, a su aliento a alcohol, a su mirada perdida, a sus senos pequeños, a su mente de niña...

Quisiera ser valiente, quisiera arrancarme el corazón de un tirón y no sentir las nauseas que hace cinco días me azotan; quisiera vomitar mis recuerdos, olvidarme de esos besos enloquecedores que me daba en las noches frias, expelar mi miseria y poder mirarla fijamente sin sentir dolor, angustia, desazón, zozobra, ansiedad e impaciencia.

Ahh!!! noche exquisita, la única espectadora de mi total indigencia.

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